María Clara Reussi

Inteligencia del Movimiento – Método Feldenkrais – Pedagogía Somática – Child'Space – Sistema de Sueño Sounder

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Cuerpo erguido y pulsación

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Presentamos el extracto de una carta publicada por Ruthy Alon en la revista Wave and Axis (*). En ella Ruthy se refiere al debate suscitado en aquel momento en el seno de la Asociación Feldenkrais de América del Norte (Feldenkrais Guild of North America) acerca de si los seminarios de Bones for Life® (BFL) (1) podían considerarse entre las actualizaciones profesionales obligatorias del Método Feldenkrais®

En este escrito que invita al intercambio de ideas y experiencias, Ruthy Alon argumenta que BFL se basa en los conceptos de Moshe Feldenkrais sobre el aprendizaje somático y hace un contrapunto entre las semejanzas y diferencias entre su programa y el Método Feldenkrais® clásico.

Para publicar este texto en español contamos con el permiso expreso de Ruthy, quien también expresó su deseo de que la carta fuese convenientemente editada para hacerla más accesible al público general.

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El programa Bones for Life® (BFL) para la Inteligencia del Movimiento evolucionó estimulado por la cada vez más acuciante necesidad  de encontrar una solución a la creciente incidencia mundial del deterioro en la salud de los huesos.

Provengo de 50 años de enseñar y explorar el Método Feldenkrais®, por lo que mi actitud natural frente a la salud de los huesos fue buscar más allá del tratamiento químico y farmacéutico convencional e indagar en la perspectiva funcional.

En este sentido, BFL ha crecido con profundas raíces en las visiones originales de Moshe Feldenkrais: cómo el organismo humano puede aprender a mejorarse a sí mismo siguiendo una clave integradora, es decir, la correspondencia armoniosa entre todas las partes del cuerpo.

BFL explora un conjunto de opciones diferentes de organización del cuerpo, y lo hace en un clima de seguridad estimulante y sensible a las necesidades de cada persona, lo cual favorece que el organismo concierte dentro de sí una nueva forma de regularse y que afloren estructuras provenientes de la evolución biológica que durante millones de años han probado su riqueza de recursos para lograr una coordinación eficiente.

Sumado a esto, BFL puede estimular al organismo para que se deshaga de hábitos anacrónicos y contraproducentes usando estrategias Feldenkrais, como por ejemplo:

  • revertir lo próximo y lo distal;
  • aplicar la inhibición intencional para diferenciar un área específica;
  • permitir que el lado del cuerpo con más recursos establezca un patrón gratificante y aplicar éste en el lado del cuerpo menos competente usando la imaginación libre de movimientos parásitos;
  • o la diplomacia neurológica de simular el problema de uno de los lados en el otro, el más funcional, para mostrarle al cuerpo, como en un espejo, la clave para deshacerlo.

Todas éstas, y muchas más, son ideas y sugerencias provenientes del pensamiento genuino de Moshe Feldenkrais.

La diferencia del programa Bones for Life® está en relación con la función específica de los huesos, en tanto actúan como sostén del cuerpo erguido y resisten la gravedad del planeta. Es de esta manera que facilitan el movimiento del organismo y evitan que colapse.

Por su destino biológico, los huesos están estructurados para resistir pulsaciones cíclicas de presión, tal como se producen durante la caminata vertical dinámica, y para utilizar la contrapresión para propulsar la locomoción. Para desarrollar la fuerza necesaria para esta tarea los huesos necesitan estar expuestos repetidamente al desafío de recibir con aptitud el impacto de la presión mientras nos movemos.

La presión de una caminata dinámica sirve también para acelerar el bombeo hacia arriba de la circulación de retorno de las venas. De esta manera se incrementan tanto la dosis de nutrientes que va a los huesos, como la depuración de los residuos de los procesos metabólicos que allí tienen lugar.

Ante la necesidad de alcanzar altos niveles de movimiento dinámico, necesité aplicar los principios originales de Moshe Feldenkrais sobre el aprendizaje orgánico en un contexto distinto al de la posición acostada en el piso, en un plano horizontal, que predomina en las clases grupales o individuales clásicas del Método Feldenkrais® (2).

Seguí la insuperable idea de Moshe Feldenkrais de crear un laboratorio personal para mejorar la coordinación propia, pero la adapté a la realidad del plano vertical, además de agregarle un estilo de movimiento elástico y rítmico.

Para proveer este aprendizaje en el plano vertical incorporé el uso de la pared o de un largo retazo de tela que cumple la función de arnés. Para cultivar la postura alineada en la traslación mientras se sostiene el propio peso, tal cual ocurre al caminar, encontré caminos que aseguran una transmisión sana de la fuerza.

Era necesario, entonces, poner estas herramientas en manos de las personas que concurren a un seminario, para estimularlas a que logren esa postura segura. Debí diseñar atajos y estrategias acordes, como el uso de las manos para autodirigir el cambio en lo mecánico y para afinar la orientación de la conciencia.

Esto es indispensable cuando se trata del público en general, las personas más necesitadas de recibir este impacto dinámico, que suelen llegar a nosotros fuera de estado, vulnerables y sufriendo limitaciones en el movimiento.

Las clases de ATM  habitualmente hechas en el piso consiguen despertar el potencial para coordinar un alineamiento superior del eje de la columna vertebral, pero para trasladarlo con efectividad a la vida cotidiana es preciso reforzado a través de acciones, preferentemente en la posición de una caminata vertical plenamente interconectada e integrada.

Utilizar esta combinación de movimientos refuerza la estructura sana y tiene como resultado movimientos placenteros que inspiran no sólo fuerza en los huesos sino también optimismo biológico.

Cuando recordamos que Moshe Feldenkrais empezó desde el Judo, que implica el máximo desafío a los recursos del cuerpo en un tiempo real, parado en el plano vertical y enfrentado a un oponente impredecible, siento que BFL invita a explorar de nuevo los orígenes del Método.

Recuerdo estar caminando con Moshe al final de una jornada de entrenamiento con él en Tel Aviv. Le dije que me gustaría escribir acerca de su Método como “una gramática del movimiento espontáneo”, a lo que me respondió: “espero que un día mi Método sea utilizado para mejorar cualquier cosa que la gente haga, no sólo el movimiento”.

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(*) Publicada en la revista Wave and Axis, en su edición de Verano 2009. Wave and Axis es el órgano de difusión de la Foundation for Movement Intelligence [Fundación para la Inteligencia del Movimiento] (www.movementintelligence.org), dedicada a promover buenas prácticas y a organizar a los instructores de Inteligencia del Movimiento de los Estados Unidos y Canadá. 

(1) Al momento de escribir esta carta, Ruthy Alon aún no había englobado todos sus programas y hallazgos bajo el nombre común de Inteligencia del Movimiento. Se refería a su obra como Bones for Life, que era la nave insignia y primer fundamento de su trabajo.

(2) N del T: Las clases grupales del Método Feldenkrais® se denominan Autoconciencia a través de Movimiento® (ATM); y las individuales, Integración Funcional® (IF). En ambas modalidades el plano horizontal brinda un contexto que sostiene el aprendizaje con un máximo de seguridad y mínimo de interferencias preaprendidas.

 

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